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Aires cálidos recorren el mundo y para la moda no fue la excepción. Esta vez,  los hombres  pudieron vislumbrar las tendencias de la próxima temporada primavera-verano 2016. Colecciones con diversos tintes y para todos los gustos se presentaron en pasarela, con elementos unisex y vintage y la sastrería, entre los más destacados. Pero esta vez no solo  Londres, Milán y Paris fueron las distinguidas,  New York se unió a ellas, inaugurando así su propia semana de la moda masculina.
La incorporación de elementos femeninos fue un punto fuerte en las colecciones de las firmas más influyentes. Las mismas tomaron textiles, siluetas y piezas que culturalmente son femeninas, introduciéndolos en las colecciones. Generando análisis, críticas y halagos, en el próximo verano la moda buscará llevar al hombre a otros terrenos.
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Burberry  comenzó en Londres interpretando la tendencia a través del “encaje”. Con la identidad que lo caracteriza y acompañado de la clásica sastrería, Christopher Bailey incluyó camisas enla paleta de los blancos y marrones,  y un tapado en color blanco, el cual fue uno de los ítems más destacados de la colección.Otra firma la cual la trabajó, fue Gucci. Optó por el encaje en camisas, shorts y trajes, en colores cálidos.
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J.W. Anderson continúo interpretando la tendencia desde una perspectiva más “intelectual”. Utilizó lazos para marcar sutilmente la cintura y transparencias en blusas encolor camel, las cuales generaban la ilusión de que el modelo no tenía prenda. Acne, en cambio, apostó por la silueta. Prendas de lana al cuerpo, blusas y remeras ajustadas al torso y shorts de largo modular corto, fueron los elementos con los cuales la firma dio a conocer su punto de vista.
El casting fue un gran aliado de las marcas y diseñadores para acentuar el concepto que se buscaba transmitir. Fue un punto en común de aquellas que optaron por la tendencia, ya que la dificultad para distinguir el género de los modelos que desfilaban,  acentuaba los aires de ambigüedad que se buscaba generar.
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En contraposición con el “fetiche” de la temporada, otras propuestas también se vieron en pasarela. Como en el caso de Yohji Yamamoto, el cual presentó una colección en donde reforzaba el concepto de masculinidad. A través de sus trajes, tapados y camisas, el diseñador marcó una diferencia con la latente unisexualidad que se desplegaba. Tomó elementos tradicionales de la cultura masculina, como la música de la película “James Bond” y la ilustración de un hombre junto a su perro, la cual refleja una imagen del mismo junto a su “mejor“amigo. También Bottega Veneta optó por otra inspiración. Con elementos de campo y recreación, la firma mostró diseños despojados para actividades en ambientes de descanso y fuera de la rutina.
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Otra tendencia la cual se pudo ver fue la reutilización de lo vintage. Tomando como premisa la elección de muchos jóvenes en el mundo los cuales hace tiempo, comenzaron a dar valor a las prendas con “historia” incorporándolas en sus atuendos, las firmas utilizaron este concepto para trabajarlo en la temporada. Gucci, firma la cual tomó nuevamente un lugar central en Milán gracias a la incorporación de Alessandro Michele, mostró batas con prints, blusas, tapados, trajes floreados, pantalones propios de los 70, entre otros de los elementos. También Prada escogió,  a través de su propia identidad, mostrar prendas las cuales parecían “viejas” como en sus shorts y tops deportivos.
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Y como broche de esta temporada, la incorporación de New York en el calendario de la moda masculina. John Varvatos, Ralph Lauren, Micheal Kors y Tommy Hilfiger fueron algunas de las firmas de renombre las cuales formaron parte. En su aspecto positivo, la incorporación de la semana de la moda de New York  para las marcas nacionales fue la promoción y la oportunidad de mostrar sus diseños masculinos. Una ciudad la cual encontró su inspiración en Londres para desarrollar su propia semana, pero que busca marcar su identidad en el circuito masculino de la moda.